Bárbara y Miguel son una pareja bastante atípica. A ella le gusta viajar con frecuencia a los campos de refugiados saharauis de Tinduf, en Argelia, donde intenta cambiar la porción del mundo que le corresponde. Por contra, Miguel no compatibiliza muy bien con el estilo de vida de Bárbara, y trata de alejarse lo más posible de toda esa realidad que desconoce.
Un día, Bárbara decide irse con su madre hasta Argelia. La madre, que es de nacionalidad francesa pero nacida en ese país cuando era colonia de Francia, ha sido invitada a participar en un documental francés sobre las antigua colonia africana. Sin embargo, lo que parecía ser un viaje de reencuentros, terminará siendo una pesadilla en la que Bárbara es secuestrada misteriosamente. A partir de ese momento, Miguel deberá seguir las consignas de los secuestradores a través de una serie de extrañas pistas que supuestamente lo conducirán hasta Bárbara; pistas que vienen aderezadas con unos versos cuyo significado desconoce. Miguel tendrá que enfrentarse a esa otra realidad del mundo de la que siempre huyó; y de la que Bárbara tanto le habló.
Esta novela nos enseña que la felicidad discurre a veces por caminos donde se nos ha hecho creer que es imposible encontrarla.